Por: Nirvana López
La perseverancia de Susana Mendoza lleva al mismo tiempo su carrera universitaria y espera convertirse en profesora.
La inquietud y los deseo de superación de Susana Mendoza una joven de 22 años, empezaron a manifestarse en el 2016, cuándo se propuso crear y vender pulseras vía redes sociales, escuelas e institutos cercanos para poder costearse sus estudios universitarios, ya que su sueño siempre ha sido tener una carrera universitaria, pero en ese entonces no contaba con los recursos económicos para estudiar, así que decidió vender pulseras para costear sus estudios y fue así como nació su iniciativa de emprender.
“Inicié con muy poco, con dos hilos básicos, comencé a vender en escuelas e institutos cercanos de San Miguel. Mi familia fue siempre un apoyo, quizás mi abuelo y mis tías no tenían dinero para apoyarme económicamente pero su apoyo a ir a vender siempre ha estado”, dijo la joven.
La migueleña comentó que inició sus estudios universitarios en el año 2016, pero ya por el mes de abril se quedó sin recursos económicos para estudiar y no sabía cómo hacer, pero desde los 12 años hacia pulseras para uso propio y núnca se imaginó que eso se convertiría en su negocio de toda la vida y que eso que aprendió de pequeña se convertiría en su fuente de ingresos.
La demanda de sus productos de bisutería empezó a crecer y se fue enamorando de lo que creaba con sus manos, de hablar con sus clientes, pero sobre todo de conocer sus ideas porque ellos son los principales creativos que siempre le dicen que quieren y de ahí nacen muchos diseños para que Mendoza se inspire.
“Así como muchos emprendedores yo también he tenido obstáculos en el camino y algunos de ellos han sido en lugares donde he querido ir a vender, como emprendedora es difícil ser aceptada en grupos de emprendedores porque piensan que por mi edad no cumpliré con mis responsabilidades y también porque ya hay bastantes en este rubro. También el tiempo ha sido un obstáculo ya que como mi deseo es graduarme debo dividir mi tiempo para no dejar a un lado a ninguno de los dos”, afirmó.
La elección del nombre de su emprendimiento la tomó luego de reflexionar sobre diversas alternativas, buscando uno que fuera original. Lo llama La Reina de las Pulseras, en honor a una chica que hacia mechas hermosas y le decían la reina de las mechas y de ahí nació el nombre de su emprendimiento.
Algo bastante complicado para Susana era ponerle precio a sus productos, no tenía experiencia al respecto, por lo que decidió aprovechar las oportunidades que se le presentaron y logró entrar a cursos donde ha aprendido sobre marketing, elaborar un plan de negocio, entre otras cosas que las ha puesto en práctica en su emprendimiento.
“Siempre que pasaba por el centro la veía a un costado haciendo sus pulseritas y me acercaba a comprarle. A parte de que hace cositas super bonitas, es super accesibles con los precios. Además, es muy amable para tratar a sus clientes”, comentó Alejandra Amaya.
Además, la emprendedora ha logrado superar en producción, ya que ahora que produce mucho, puede asistir a ferias de emprendedores, algo que en sus inicios no hacía. Ahora ya cuenta con un espacio físico que era su mayor sueño y así espera seguir superándose día a día, pero comentó que a veces es bastante agotador y que muchas veces ha querido dejar de emprender o estudiar, pero luego recuerda que debe tener el control de su tiempo y hacer el sacrificio de desvelarse algunas veces.
La joven a través de sus detalles espera que sus clientes vean el amor con el que fue hecho cada producto, que se vea reflejado el esfuerzo y dedicación. Además, quiere que con sus productos ellos mismos puedan transmitir a otros el amor y el sentimiento que lleva cada accesorio.
“Todo mi tiempo libre se lo dedico a mi negocio, ya que estudio por las mañanas y en las tardes me dedico a hacer mis productos y en la noche todavía sigo haciendo pulseras y otros accesorios si no tengo tarea”, afirmó la emprendedora.
Actualmente, Susana se encuentra estudiando la carrera de profesorado en inglés, pero a la vez lleva de la mano su emprendimiento, que en todos estos años ha manejado sola.
Gracias al esfuerzo que ha hecho, ahora ya cuenta con su local físico en 3ra AV Norte, San Miguel. Sin embargo, las ventas en línea, las entregas en puntos fáciles como el parque Guzmán de San Miguel, Metrocentro siempre las mantiene. También, cuenta con entregas a domicilio y ahora que tiene su local sus clientes pueden retirar ahí.
Los precios de sus productos rondan desde $1 hasta $12 dependiendo el diseño y material que deseen sus clientes.
Con todo lo que ha vivido Mendoza cree que no hay obstáculos para triunfar. “No se rindan a pesar de las tempestades, seas emprendedor o no, lucha por tus sueños. No dejes que los malos comentarios hagan abandonar lo que amas, tu puedes sacar tu emprendimiento, tú puedes sacar tu carrera, todo está en ti, confía en ti y lograras todos tus sueños”, finalizó la joven.