Por: Mauricio Pérez y Luis Arriaza
El Portal Prunera es uno de los edificios más históricos de la ciudad y su estado actual es deplorable.
San Miguel es una ciudad rica en historia y cultura, alberga numerosos lugares que en otro tiempo fueron centros neurálgicos de la vida social y económica de la región; sin embargo, muchos de estos lugares emblemáticos, que una vez fueron el corazón palpitante de la ciudad, yacen ahora en un estado de abandono y desolación, olvidados por el paso implacable del tiempo y la falta de atención.
El Portal Prunera es uno de estos símbolos de la rica historia de San Miguel que enfrenta un estado preocupante de deterioro que requiere atención inmediata. La edificación fue construida en 1871 por la influyente familia Ávila, este magnífico edificio colonial y neoclásico, originalmente conocido como «Portal de los Ávila», ha sido testigo de los altibajos de la ciudad a lo largo de los años.
Ubicado frente a la histórica Iglesia de San Francisco, el Portal Prunera ha sido durante mucho tiempo un punto focal de la actividad religiosa y comercial en San Miguel; sin embargo, hoy en día, su belleza y significado histórico se ven eclipsados por el abandono y la falta de mantenimiento.
“Tengo el registro que ahí era la propiedad tradicional de hace años que lo trasladaron para allá en el centro de gobierno. Dicen verdad que esto era de Cristiani Burkard. Aquí nació una universidad después surgió la Escuela Internacional de Comercio y Computación (EICO). Antes de que trasladaran la universidad donde hicieron el edificio era un mesón”
A pesar de las medidas de protección establecidas por el Ministerio de Cultura en 2019, el edificio continúa sufriendo daños significativos. El deterioro incluye la pérdida de ornamentos, daños estructurales en techos y paredes, así como la deteriorada estructura de madera que sostiene el edificio.
“Yo vine acá bien joven a San Miguel le digo bien joven, porque ya soy una persona de la tercera edad. Siempre se ha conocido como el Portal Prunera. Les digo esto porque yo trabajo para una empresa constructora y lotificadora y el dueño de la empresa ha comprado una parte de este lugar para ver si a futuro se construye una plaza comercial”, mencionó José Manzanares, asesor de ventas de la empresa MQ.
La edificación está dividida en tres locales, uno de los cuales es propiedad del Colegio EICO y otro perteneció al expresidente Alfredo Cristiani Burkard, el Portal Prunera es más que un simple edificio; es un testimonio vivo de la historia y la cultura de la ciudad.
En el corazón de la bulliciosa ciudad de San Miguel, hay un lugar que alguna vez fue el epítome de la elegancia y la hospitalidad: el Hotel y Drive Inn Milian’s, abriendo sus puertas en el año 1960, considerado durante décadas como uno de los mejores establecimientos de la ciudad, este icónico hotel ofrecía no solo alojamiento de primera clase, sino que también un restaurante de renombre y una amplia sala de eventos que fue testigo de innumerables celebraciones y reuniones memorables.
Sin embargo, el brillo y la grandeza que una vez adornaron al Hotel Milian’s se han desvanecido con el paso del tiempo. Lo que antes era un destino codiciado para los viajeros y los habitantes locales, ahora es solo un espectro de su antigua gloria. Sus paredes, que alguna vez fueron testigos de risas y conversaciones animadas, ahora están cubiertas de plantas y suciedad, sus ventanas rotas y sus puertas dañadas, ahora es solo un espectro del pasado, esperando ser rescatado del olvido.
José Ramos ex trabajador del hotel, expresó, “el nombre es Hotel Milian´s y Drive Inn tiene entre 7 u 8 años de haber cerrado, la gasolinera estuvo desde antes fue el primer negocio. Ahí prácticamente cerraron por las cosas que los empleados, a veces no querían trabajar, aunque le pagaran horas extras. Entonces, como los señores ya estaban mayores, fue el detalle de que no llegaban a ningún acuerdo con la administradora, que era la empleada de ella, viene el señor, el Roberto Milián quiso negociar con ellos y nunca llegaron a un acuerdo. Así que tomaron la decisión con el Ministerio de Trabajo y no sé con quiénes más y mejor cerraron”.
En el hotel había 24 habitaciones, está una sala para 50 invitados y está la otra para 500 invitados y luego está la recepción, tenía una gran piscina o sea que aquí solo vemos una parte integrante del hotel, “el hotel ya no funciona ni nada de eso, prácticamente quedo abandonado”, sentenció el extrabajador.
En un momento en que la historia y la identidad cultural de San Miguel están más amenazadas que nunca, es imperativo que se preserve y se restauren estos lugares emblemáticos para las generaciones futuras. Vean como símbolos de la grandeza y la elegancia de la ciudad, y es responsabilidad de todos asegurar que este legado perdure en el tiempo.