Por: Alexis Cañas
“Oriente Recicla” es un proyecto ambiental que surge en octubre de 2021 para combatir la contaminación en San Miguel, promover la reutilización de materiales y fomentar la educación ambiental basada en la cultura de reducir, reutilizar y reciclar.
A finales del mes de octubre del 2021, Oriente Recicla inicio su programa tras lograr un acuerdo de afiliación por escrito con los ciudadanos, instituciones y empresas de oriente que les permitiera dar un mejor manejo a desechos como el plástico, vidrio y cartón que generan en sus producciones.
Con este escrito se inició la implementación de la cultura de las 3R, Reducir, Reutilizar y Reciclar en todos los procesos llevados a cabo, tanto a nivel individual como institucional, con el objetivo de promover prácticas sostenibles y responsables con el medio ambiente.
El programa cuenta con un Centro de Acopio estratégicamente ubicado en la carretera Litoral, a la altura del cantón El Delirio, Kilómetro 144 y medio, una cuadra al sur del ingenio Chaparrastique, San Miguel. Este terreno ha sido proporcionado por la Universidad El Salvador con el afán de apoyar este tipo de acciones en pro del medio ambiente.
Este centro se encarga de recibir y clasificar los productos reciclables que llegan, pero no todos los productos son aceptados. Se realiza una minuciosa clasificación de cada uno de ellos, devolviendo aquellos que no son reutilizables para su correcto manejo en el depósito de basura en los rellenos sanitarios.
En el centro de acopio de Oriente Recicla se ha implementado un sistema de clasificación en 3 zonas para facilitar la reutilización de diferentes materiales. Todos estos materiales por tratarse de basura son entregados por empresas como bares con los que tienen el acuerdo, sin ningún costo alguno al centro de acopio.
En la primera zona se encuentra el área destinada al plástico reutilizable. Aquí solo se aceptan tres tipos de plásticos, primero de baja densidad: las bolsas plásticas, segundo el plástico PET utilizado en envases de bebidas y tercero el plástico de alta densidad específico utilizado en envases de galones de agua y jabones líquidos. Estos plásticos son seleccionados cuidadosamente para asegurar su posterior reutilización.
La segunda zona del centro de acopio se dedica al cartón. Aquí se recibe todo tipo de productos de cartón, como cajas, embalajes y envases. El cartón recolectado se prepara para su posterior reciclaje.
La tercera zona, posiblemente la más amplia, está destinada a los vidrios y se organiza en función de los colores posibles. Se clasifican los vidrios en categorías como café, verde y transparentes para facilitar su procesamiento y reciclaje.
La directora ejecutiva de la Asociación Ciudad Migueleños en Acción, Karla Paz, que es parte del equipo que promueve el referido proyecto compartió que»nuestro programa está enfocado en la educación ambiental y desde el principio tuvimos la idea de impartir capacitaciones en diversos centros institucionales. Nuestro objetivo principal es que cada persona, individualmente, se convierta en el motor del cambio desde su hogar y lugar de trabajo. Creemos firmemente que las pequeñas acciones son las que generan grandes transformaciones”.
Agregó que es por eso que les enorgullece contar con la asociación de prácticamente todos los bares y restaurantes de San Miguel que se han sumado al esfuerzo de reciclar. Comentó que desde los bares proporcionan los recipientes de cervezas y otras bebidas para que en el proyecto puedan llevar a cabo el proceso de reciclaje adecuado.
“Trabajamos estrechamente con ellos para garantizar que los materiales sean reciclados de manera correcta y sostenible», dijo Paz.
Los materiales que llegan al centro de acopio son tratados por una empresa recicladora ubicada en la capital, mientras que el vidrio es tratado por una empresa norteamericana que cada dos meses retira el vidrio del centro de acopio para reciclarlo, en ambos casos las empresas pagan por estos materiales y este ingreso sirve al proyecto para mantener a cuatro colaboradores que son los que se encargan de recibir y clasificar los desechos.
Estos dedicados individuos trabajan de lunes a viernes de 8 de la mañana a 4 de la tarde y los sábados hasta el mediodía para poder recibir los materiales que las empresas o ciudadanos lleven al centro de acopio. Además, el proyecto brinda la oportunidad de recibir personal voluntario que desee participar en este proyecto, convirtiéndose en una fuente de horas sociales ambientales para estudiantes que deseen cumplir con sus horas de servicio en este centro.
Carlos Ramírez, un trabajador del centro de acopio en Oriente Recicla, compartió su experiencia y lo que más le gusta de su trabajo: “Lo que más me apasiona de mi trabajo, es la oportunidad de contribuir activamente a la protección del medio ambiente. Cada día, al recibir y clasificar los materiales reciclables siento que estoy haciendo una diferencia tangible en la reducción del impacto negativo en nuestro entorno. Es gratificante saber que mi labor está ayudando a construir un futuro más sostenible.”
A través del centro de acopio, Oriente Recicla no solo logra recibir y clasificar materiales reciclables, sino que también se convierte en un espacio de encuentro para voluntarios y estudiantes que desean contribuir a través de sus horas sociales ambientales con el cuido del medio ambiente. La participación de la comunidad es un testimonio del impacto positivo que este programa está generando en la conciencia ambiental de la región.