Por: Alejandro Chávez
Los talleres tienen una duración de dos horas y son abiertos para personas de todas las edades.
El pasado martes 11 de abril habitantes de la comunidad Las Hojas de la ciudad de San Miguel, participaron de un taller de elaboración de dulces típicos donde aprendieron a hacer maní garrapiñado y conserva de coco rallado, productos elaborados con ingredientes cien por ciento naturales y orgánicos, entre ellos el dulce de panela, maní, coco y azúcar de caña.
El proyecto es financiado por la Obra Episcopal de la Iglesia Católica alemana para la cooperación al desarrollo (MISEREOR) a través de Cáritas El Salvador con el objetivo de impulsar el desarrollo económico en las comunidades más vulnerables de la ciudad migueleña.
Este proyecto comenzó en julio del 2022 y se espera que tenga una duración de un año, donde se estarán desarrollando diferentes actividades, desde panadería básica hasta talleres para la prevención de la violencia. Estos encuentros se realizarán dos veces al mes.
Actualmente los beneficiados de este proyecto son alrededor de 35 personas solo en el caserío Las Hojas, pero existen más comunidades donde se lleva a cabo estos mismos talleres, entre ellos se encuentra la comunidad La Pelota, Altos del Jalacatal, Las Cruces del municipio de Yucuaiquín y comunidad Agua Escondida del departamento de La Unión.
La promotora del proyecto Mayra Guerrero comentó que: “no importa la edad, siempre y cuando haya una disposición de aprender y querer superarse”, refiriéndose a que no existen requisitos para que los migueleños puedan formar parte de este programa social.
El objetivo principal de dichas acciones es impulsar el desarrollo económico y social en las personas que participan en el proyecto para que estas puedan tener un aprovechamiento de todo lo que les imparten y así puedan emprender en un negocio, el cual se convierta en una forma de generar ingresos a las familias de las comunidades.
“Hasta el momento nos han impartió talleres de piñatería, elaboración de velas, panadería, corte de pelo y dulces típicos, esto es muy bueno para la comunidad porque así se nos facilita poder asistir a estas prácticas, ya que nos queda cerca y no tenemos que salir lejos”, expresó Jessica Henríquez beneficiada por el proyecto.
Los oficios que han aprendido los participantes de los talleres promueven la búsqueda de generación de emprendimientos para que puedan usar a su favor los nuevos conocimientos y tener nuevos ingresos familiares.
Sandra Aguilar, es una de las participantes y aseguró que “es un beneficio para todos, para ponerlo en práctica y así generar una entrada económica”.
Todos los talleres son apoyados por la Diócesis de San Miguel a través de Cáritas y los sirven de forma gratuita, la duración de cada taller es de dos horas y les proporcionan todos los materiales para que puedan participar sin poner más que sus ganas y compromiso por aprender a desarrollar nuevas habilidades.
Guerrero indicó que al final del proyecto pretenden entregar un diploma a cada participante que certifique que están aptos para poder desempeñarse en cualquiera de las áreas que han sido capacitados.