Entre los cuerpos entregados se encontraban los de tres menores de edad, entre ellos una niña.
El pasado siete de octubre fueron entregados 12 cuerpos de víctimas de las fosas clandestinas en Chalchuapa a los familiares que se presentaron a las oficinas del Instituto de Medicina Legal (IML) en San Salvador.
Entre los cuerpos se encontraban los de dos niños y una niña el resto eran adultos, las autoridades no brindaron más detalles de las identidades o su género, pero confirmaron que fueron las mismas víctimas que ya estaban registradas en la investigación del pasado 17 de mayo.
En mayo tras los gritos de su última víctima, las autoridades localizaron la vivienda donde yacían once fosas clandestinas, la vivienda pertenecía al expolicía Hugo Ernesto Osorio Chávez, en Chalchuapa, Santa Ana.
Tras los primeros indicios del caso las autoridades determinaron que se trataba de una banda que era liderada por el expolicía donde se detuvieron a nueve personas; el caso se encuentra bajo reserva por lo que no hay detalles del caso.
Hasta el momento han terminado el trabajo en una de las fosas de donde se presumen han extraído una treintena de cuerpos, dejando una decena de fosas por revisar, por lo que se desconoce la cifra exacta de las víctimas.
La fiscal Graciela Sagastume, coordinadora de la Dirección Nacional de la Mujer de la Fiscalía General de la República (FGR) explicó que «el trabajo de los antropólogos forenses ha sido arduo para la ubicación y reconstrucción de los cuerpos, para lograr obtener muestras de análisis genéticos de ADN y tener certeza de quiénes son»; advirtió que con esto culminaría la primera fase del caso judicializado contra Hugo Osorio que inició el pasado ocho de mayo.
La fiscalía ha solicitado la pena máxima contra Hugo Osorio y las otras nueve personas por los asesinatos, los cuales podrían enfrentar una pena de 50 años de prisión por cada víctima y solamente por los primeros dos feminicidios por los cuales fue acusado el ex policía estaría enfrentando 100 años de prisión.