Por: Yeimy Martínez

En el corazón de El Salvador, en el departamento de Sonsonate, se encuentra el pueblo de Nahuizalco, un lugar donde la cultura indígena aún está presente.

Nahuizalco es un pueblo indígena de origen náhuatl contando con una rica historia en cultura, artesanías y medicinas naturales, la historia de este pueblo está marcado por una lucha constante por preservar su identidad y tradiciones ante la presión de una sociedad que no siempre las valora.

La cultura indígena ha sido minimizada y muchas veces ocultada por la sociedad salvadoreña, lo que ha hecho que la comunidad tenga que luchar constantemente para hacerse escuchar y mantenerse viva, para que se reconozca ante las nuevas generaciones.

“Considero que es uno de los hechos más lamentables que se ha vivido en la historia reciente de nuestro país, el hecho del genocidio que se hizo con los pueblos indígenas, estos pueblos se vieron obligados a esconder su identidad, su vestimenta, su lengua, han tenido que resistir ante varios golpes por gobiernos anteriores y culturas externas”, comentó el licenciado Carlos Amaya visitante del pueblo de Nahuizalco.

El idioma náhuatl es aún hablado en el pueblo, el cual se encuentra presente en las escuelas para que los niños desde pequeños puedan hablarlo y manejarlo, ya que es importante para ellos porque marca sus orígenes y desean preservar su identidad mediante el lenguaje.

“Los jóvenes tienen que preguntarse de dónde vienen, reconocer su cultura propia y resaltar los hallazgos que se encuentren, identificar de donde venimos, los principios y valores de la grandeza de su cultura, no hay que ser del montón si no el saber investigar y obtener una comunicación profunda con nosotros mismos y de dónde venimos”, comentó el Hermano Pedro, líder indígena de Nahuizalco y perteneciente al consejo de comunidades indígenas del país.

El mantener viva su cultura también conlleva solemnizar todas las ceremonias de agradecimientos hacia sus creadores por las cosechas que les brinda la naturaleza, y a su misma vez demostrar el respeto que tienen hacia ella, ya que lo ven como su fuente de vida.

El empoderamiento y reconocer que provienen de descendientes indígenas es lo que más destacan de su comunidad, así como su idioma y las medicinas nativas que en su mayoría son naturales y creadas por ellos mismos, gracias a la protección que le brindan al lugar donde viven y a la importancia de la madre naturaleza.

“Aplicamos desde siempre las medicinas artesanales que mi abuela con su sabiduría me heredó y en mi familia aún está presente, el contar con medicinas naturales es una ayuda para no simplemente asistir siempre a hospitales”,comentó Blanca Díaz representante del cantón El Cerrito.

Se mantienen en constante pelea para preservar sus tierras ancestrales ante la posible destrucción de la flora y fauna por las represas hidroeléctricas construidas en el Río Sensunapán, ya que de esa manera afectarían enormemente a los ciudadanos y sus cosechas.

Los abuelos, como la comunidad hacen llamar a las personas de tercera edad, que cuentan con una enorme representación para ellos, ya que fueron quienes estuvieron presentes ante el levantamiento campesino en el año 1932 y sufrieron las consecuencias del gobierno de ese entonces.     

Las autoridades del estado salvadoreño, sin embargo, parece haberle dado la espalda a Nahuizalco y su cultura, la falta de apoyo, oportunidades y recursos ha hecho que la comunidad tenga que luchar aún más para preservar su identidad y tradiciones, por los cuales ellos batallan todos los días para que tengan importancia, eso bajo un panorama de pobreza y escasez.

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