Por: Erika Molina

Los niños que acompañan a sus padres a vender tienen un espacio durante la semana para desarrollar su creatividad.

En el departamento de Usulután se están impartiendo talleres de manualidades para los niños de la zona, justamente a la par del Mercado Regional. Esta iniciativa fue gracias a Merari Vásquez, una emprendedora de este mismo departamento y en conjunto con la Organización Educo.

“Tengo acercamiento con los niños, ya que les vendo dulces, así que siempre tuve la intención de armar un taller para ellos ya que se me dan muy bien las manualidades. Da la casualidad de que nuestras bodegas están justo enfrente de la organización, así que tome a bien ir a hablar con ellos y presentarles mi proyecto, el cuál aceptaron”, expresó Vásquez.

Educo se encarga de los gastos de los materiales que se utilizan para las manualidades, también ofrecen sus instalaciones para llevar a cabo estos talleres. Estos se imparten todos los jueves, desde la una de la tarde hasta las tres.

“Como organización tomamos a bien apoyar el proyecto que Merari nos presentó. Nuestra visión es trabajar con las niñas, niños y su entorno para promover sociedades que garanticen sus derechos y bienestar, y ¿qué mejor forma hacer la visión realidad? Desarrollando e impulsando la creatividad de estos niños. Nos sentimos contentos de formar parte de esto”, afirmó Suelima Villacorta, coordinadora de Educo Usulután.

Fotografía: Erika Molina.

Para formar parte de este taller, solo se necesita ir e inscribirse, ya que son totalmente gratuitos. Las edades de los niños rondan desde “Juancito” que tiene 6 años hasta María José que tiene 18 años. Anteriormente era de 8 a 15 años, pero al ver que los demás niños y jóvenes de la zona iban, abrieron la edad de inscripción. Fomentando con esto el trabajo en equipo. Actualmente participan al rededor de 20 menores que llegan con sus padres a trabajar al mercado.

Los talleres no solo son para pasar el rato pues la comerciante como facilitadora les inculca valores y hábitos a través de las manualidades. Por ejemplo: el ahorro, creando sus propias alcancías.

“Yo me siento bien contenta de que mi niño asista a esas clases. Los ayuda a distraerse un rato, ya que yo tengo que venir a trabajar al mercado y no tengo con quién dejarlo. Además, siento que lo que les están enseñando, en un futuro podrán poner su negocito de manualidades”, comentó María Hernández, madre de familia.

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