Por: Christian Sandoval
Los Trastornos de Conducta Alimentaria son una clase de psicopatología que secuencialmente puede provocar enfermedades físicas e incluso la muerte en algunos casos.
“Era muy delgada y siempre recibía comentarios de personas cercanas como mi familia, de que, si estaba enferma, que debería comer más, recuerdo que buscaba en internet como subir de peso y fue así como comencé a comer compulsivamente, me empecé a sentir peor con mi cuerpo, mi relación con la comida era muy mala”, comenta Natali Bonilla, una joven de 23 años, que durante mucho tiempo tuvo que lidiar con un trastorno alimentario compulsivo, o mejor conocido como “atracón”.
Los TCA han sido una problemática que siempre ha estado presente en la sociedad, pero pocas veces se aborda de manera adecuada y con la importancia que debería, pues aún existen tabús con respecto a estas conductas, sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su sitio oficial los clasifica como un problema de salud mental.
De acuerdo a la Doctora, Dora Margarita Hernández se puede definir el termino TCA como “Toda aquella disociación que tenemos los humanos de alimentarnos de manera inadecuada, que no es nutritiva, ni contribuye con la reposición de las energías que se gastan en el día”, explicó la especialista en medicina general.
Existen varios tipos de TCA, que pueden manifestarse más comúnmente en jóvenes y adolescentes, sobretodo en chicas, ya que factores como las redes sociales, la presión social, los medios de comunicación y la necesidad de recibir aceptación por parte de un determina grupo o entorno social, pueden incidir en que un individuo padezca de: anorexia nerviosa, bulimia nerviosa, atracones, adicción a la comida procesada.
“Cuando hay una distorsión sobre quien soy, la autoestima, el auto cuido y la posición en la sociedad, es donde se manifiestan estas conductas, ya que generalmente tienen un origen en la personalidad y en la manera de cómo se enfrenta al mundo y se atienden algunas presiones sociales”, detalló la doctora Hernández, en cuanto a cómo pueden originarse las conductas insanas de alimentación.
Los trastornos más frecuentes que presentan los jóvenes son: La anorexia nerviosa suele manifestarse como un temor a aumentar de peso, desarrollando un rechazo a mantener un peso normal, debido a que se tiene una imagen del cuerpo alterada. También la bulimia nerviosa es una psicopatología común, esta se caracteriza por consumir grandes cantidades de alimentos en periodos cortos, generando un sentimiento de insatisfacción y pérdida de control por parte del individuo. En muchas ocasiones quienes padecen de esta conducta suelen recurrir a métodos perjudiciales como el vómito infringido o tomar laxantes para evitar el aumento de peso.
De acuerdo a la licenciada en psicología, Lizzy Gisel Zelaya Girón,estos trastornos pueden generar otro tipo de enfermedades que afectan gravemente el funcionamiento y estabilidad en el área física y mental de un individuo, pudiendo desarrollar: depresión, ansiedad, anemia, desnutrición, dismorfia corporal, problemas de sueño, bajo rendimiento, problemas respiratorios, problemas cardiacos, hipertensión y en el peor de los casos la muerte.
Así mismo la adicción a los alimentos procesados se puede considerar como un trastorno de conducta alimentaria, pues se deja de consumir comida orgánica, la cual posee un gran valor nutricional para el organismo y se sustituye por comestibles con grandes cantidades de preservantes, azúcares procesadas y grasas trans; compuestos que a largo plazo generan estragos perjudiciales en el cuerpo humano y cambios bioquímicos en el cerebro.
“Primeramente se necesita asistencia y dependiendo también la gravedad del trastorno, es decir; si el trastorno está comenzando se puede manejar con ayuda terapéutica, también el apoyo de la familia y el fortalecimiento de la autoestima, pero en caso que llegue a un nivel en donde la salud este bastante afectada es necesario acudir a un nutricionista y un psiquiatra”, recalcó la licenciada Zelaya, en cuanto a qué hacer cuando una persona se encuentra atravesando un problema de TCA.
Es posible prevenir a tiempo el desarrollo de alguna de estas psicopatologías, solo es cuestión de identificar patrones que denoten una relación no saludable con los alimentos o con la propia percepción del aspecto físico, pues se estaría evitando caer en problemas aún más graves o en extremos peligrosos como la anemia y la desnutrición que pueden llevar a un individuo a la muerte.
“Puede sonar repetitivo, pero si no nos aceptamos como somos será difícil salir de este tipo de trastornos, actualmente me encuentro mucho mejor, y si trabajo en mí porque quiero un cambio por mí no por el que dirán las personas al respecto, y mi relación con la comida es mejor, si como algo es porque mi cuerpo me lo pide”, reconoce Natali, pues tras mucho trabajo interno, ayuda médica y el apoyo de amigos ha logrado salir adelante, haciendo énfasis en la importancia de velar por el bienestar físico y mental.