Por: Alexis Cañas
El pintor tiene su proyecto en el que enseña lo que ha practicado por años y busca desarrollar las habilidades de otros en esta área.
Arturo Paz comenzó a perseguir su sueño de convertirse en pintor profesional en el año 2010. Su camino inició cuando su amigo Josías Martínez, graduado en bellas artes, fue deportado de los Estados Unidos y se convirtió en su mentor al regresar al país. Es así como trabajaron juntos durante cinco años, actualmente gracias a su arduo trabajo y la tutela de Martínez, Arturo se ha constituido en un pintor talentoso y exitoso.
Para el artista la pintura es más que simplemente dejar manchas de colores en un lienzo, su mayor reto al crear una obra es superar la apatía que siente al intentar terminarla.
«Una excelente manera de superar este obstáculo es trabajar en varios cuadros a la vez. Al comenzar un nuevo cuadro, el artista tiene la oportunidad de reiniciar su mente y liberarse del bloqueo mental que pueda de haber experimentado en el cuadro anterior. Al trabajar en diferentes cuadros de manera alternada, el artista puede mantener su mente fresca y creativa, lo que le permitirá superar las etapas difíciles del proceso de pintura con mayor facilidad y éxito», mencionó Paz.
Dentro de las especialidades de dibujo que maneja están: realismo, foto realismo, expresionismo, impresionismo, abstracto, surrealista, arte pop y los tipos de medios con los que pinta son óleo, acuarela, acrílico, gouache, pastel, encáustica, fresco y digital.
Una de las cosas más interesantes es que cada cuadro es completamente único, pues todo comienza desde cero, la construcción del cuadro, se corta la madera a medida y se elige cuidadosamente el tipo de manta que se utilizará teniendo en cuenta que hay 5 tipos diferentes, según el dibujo que se va a realizar, lo que también determina su precio. De esta forma cada obra de arte es una creación original hecha a medida desde el principio hasta el final.
En cuanto al dibujo, después de haber realizado el boceto, se procede a dibujar utilizando lápiz o tiza. Una vez que se ha completado, se eligen los colores adecuados, Paz solo utiliza los primarios: amarillo, azul, rojo, negro y blanco, como base y a partir de estos realiza las combinaciones necesarias para obtener cualquier otro color que se requiera en el dibujo.
La elaboración de un cuadro puede llevar de una a dos semanas, dependiendo del grado de dificultad y del volumen de trabajo. Cada semana, lleva sus cuadros al Puente Urbina para exhibirlos y venderlos al público. Su objetivo es lograr ventas y también recibir solicitudes para dibujos personalizados.
“Para mí es algo verdaderamente hermoso y difícil de encontrar en San Miguel alguien como Paz, a quien le apasiona su trabajo y es capaz de pintar cualquier cuadro que le pidan, creo que eso es algo que requiere mucha habilidad y dedicación. Yo le encargué un cuadro de mi difunto padre y le mostré una foto que tenía de él. Arturo logró capturar perfectamente la esencia de mi padre y plasmarla en el cuadro. Realmente, estoy agradecido de haber encontrado a alguien tan talentoso y apasionado en su trabajo”, comentó Armando Martínez, uno de sus clientes.
En una época en la que la educación y las artes visuales son consideradas como un privilegio de los más afortunados, la generosidad y la pasión de Arturo Paz son una luz de esperanza para muchos jóvenes que buscan oportunidades para desarrollarse, pues el apasionado artista lleva ya 13 años impartiendo talleres de dibujo y pintura en su casa, ubicada en la colonia Molino, de lunes a viernes de 3 a 5 de la tarde.
Actualmente Paz tiene nueve estudiantes, entre ellos cuatro adultos, dos niñas y tres niños, lo que le genera mucha satisfacción pues ve como el amor y el deseo por el dibujo y la pintura trasciende edades y sexo.
Su ejemplo demuestra que el amor por el arte y el deseo de compartir conocimientos pueden romper barreras y construir comunidades de aprendizaje inclusivas, al ofrecer su taller de pintura de forma gratuita pues Paz busca hacer énfasis en que la verdadera riqueza esta en compartir lo que se tiene con otros. Su obra es un testimonio vivo de que la educación y el arte son herramientas poderosas para transformar vidas y crear un mundo mejor.