Por: Alexis Hernández
El turicentro El Capulín ubicado en Moncagua, sufrió derrumbes para el periodo de Semana Santa, el percance no dejó lesionados.
Durante el pasado sábado de Gloria los que veraneaban en las cuevas del turicentro El Capulín se llevaron tremendo susto al derrumbarse parte de las paredes de tierra de una de las cuevas. Pero el hecho en ese momento sólo dejó el susto, las afectaciones directas han llegado con el paso de los días, pues el espacio está restringido y las visitas son mínimas.
Según Ezequiel Berrios, encargado del lugar, lugareños del municipio de Moncagua, crearon rumores sobre lo que sucedió ese día, haciendo vídeos directos y publicaciones en Facebook donde aseguraban que habían alrededor de diez personas enterradas bajo los escombros.
El encargado también mencionó que estos rumores han generado pérdidas económicas no sólo al turicentro por la falta de visitantes, sino a los pequeños negocios tanto dentro como fuera del lugar que dependen de esas visitas.
“Antes del incidente se contaba con la asistencia de unos 100 a 150 turistas en días normales y en esos días debido a las vacaciones de Semana Santa se llegaba a tener alrededor de 300 a 500 turistas”, mencionó el administrador.
Ahora esa cifra de ingreso de visitantes es menor y según Berrios la responsabilidad recae en esa cantidad de rumores que fueron vertidos en las redes sociales y que la gente asumió como reales.
“La culpa es de los mismos lugareños que nos han desprestigiado con los videos que suben a las redes sociales”, reiteró Berrios.
El turicentro después del incidente cerró por un día para hacer la limpieza de escombros, ese día inhabilitado les dejó pérdidas a ellos y a los comercios informales que esperan las vacaciones para poder relajarse un tiempo en este tipo de espacios.
Yesenia López, vendedora local, narró como les afectó este incidente y que a diferencia de años anteriores cuando obtenían de ganancia alrededor de 200 dólares al día, hoy les quedaron entradas de 50 dólares máximo, porque la gente dejó de llegar al lugar.
“Se nos arruinó todo lo que es pollo, carne, todo eso se perdió por la falta de personas”, lamentó la comerciante.
Los encargados y vendedores mencionaron que al día en tiempos normales se podían apreciar a unas 10 familias disfrutando del turicentro, y ahora llegan unas tres si acaso. “la verdad que sí nos dio miedo venir, pero como no vamos a entrar a las cuevas, nos dejamos venir”, expresó Luis Gómez, un padre de familia que visitó el lugar semanas después del incidente.
La administración del espacio recreativo mencionó que se seguirán tomando medidas de precaución, y que siempre sucede algo así en las temporadas de invierno, solo qué esta vez, fue durante los días de vacaciones, que hasta estos días sigue afectando el ingreso de los turistas en el lugar.