Por: Selena Ramos
Emprender y no tener miedo a fracasar en el camino es la clave del éxito.
Ana Verónica Romero emprendió su negocio a partir de la pandemia, debido a la necesidad que pasaba económicamente y al ver que las personas de la colonia El Riito en Ciudad el Triunfo donde reside, solían caminar de 15 a 20 minutos para llegar al mercado y abastecerse de productos básicos, fue ahí cuando vio la oportunidad y abrió su negocio, comerciando tomates, cebollas y papas.
“Antes de la pandemia tenía la iniciativa de poner mi propio negocio y se lo comenté a mi esposo, pero siempre tenía miedo a que no me funcionará o a qué nadie me comprará, pero reflexionando un día dije ahora que estamos en pandemia y las personas que viven en esta colonia les cuesta salir, pues pondré mi venta sea que venda o no, pero me arriesgaré y fue así como me motive y comencé con poquita venta”, dijo la emprendedora.
En el transcurso del tiempo, cuando la población vio la venta de Ana, le dijeron que trajera más productos para así facilitarles a ellos el viaje al mercado y ahí vio la necesidad que sus clientes tenían, dándose cuenta de que su negocio estaba prosperando y que si estaba funcionando.
La comerciante expuso que uno de los retos que ha afrontado ha sido tener perdidas en los productos de verduras que ofrece, ya que en ocasiones ha tenido que descartarlos porque se han arruinado, entre los productos que ofrece están, cebollas, tomates, zanahorias, chile, piña, guineos, pepinos, sandías y manzanas, todo con un precio accesible para sus clientes.
“Admiro mucho el entusiasmo con el que ella ha emprendido su negocio, ya que tengo 14 años de conocerla, y siempre me comentaba que un día soñaba con tener su propio negocio y ahora con lo de la pandemia se le hizo realidad», Marleni Aranda.
La amabilidad con la que la pequeña comerciante atiende a sus clientes es parte de sus características ya que siempre muestra una sonrisa a cada uno; además busca diversificarse y recientemente ha puesto a la venta refrescos naturales.
Son muchos los clientes que a diario visitan el local que está encuentra ubicado en Calle principal de la colonia El Riito y aplauden la iniciativa de la mujer.
“Cuando vi que ella había puesto su local con pocos productos me alegré porque dije, ya tendré dónde comprar mis verduritas para mis sopas y la admiro porque es un ejemplo a seguir para muchas mujeres”, expuso Carlos Cortez, otro de sus clientes.
Sus hijas expresan su admiración por su madre que siempre se levanta con una sonrisa para comenzar el día de la mejor manera y enseñarles a ellas que todo sueño se puede hacer realidad si ellas se lo proponen.
“Es la mejor madre que la vida me ha podido regalar, porque nunca se da por vencida, desde que comenzó el negocio que tiene ha dado lo mejor de sí, siempre nos dice a mis hermanas y a mí que, si nosotras tenemos un sueño a futuro que luchemos por él y que no nos demos por vencidas que, así como ella ha hecho realidad su sueño de tener su propio negocio, nosotras también podemos”, expuso Keisy Orellana, hija de la emprendedora.
El sueño de la emprendedora es salir adelante con su negocio, poder tener un local apto para vender sus productos y contar con mucha más variedad de estos para ofrecer a sus clientes, tener un nombre que identifique su negocio, son unas de muchas metas que tiene a un corto y mediano plazo.