Por: Ulises Cruz
La mujer lleva más de la mitad de su vida en esta labor que le ha ayudado a sostenerse económicamente.
Lilian Pérez, es una artesana originaria del municipio de Uluazapa, cuenta con 41 años de edad e inició con el oficio a sus 20 años, elaborando monederos, carteras, mantas, manteles con diseños artesanales, pulseras, centro de mesa alegóricos entre una variedad de artículos con diseños originales y exclusivos.
Pérez es una mujer trabajadora que inicio con este emprendimiento a raíz de la necesidad de obtener ingresos económicos para sufragar los gastos en el hogar, desde hace 20 años tomó la decisión de aprender este fascinante oficio tan solo observando la forma y técnica de cómo lo hacían y practicando en momentos en los que tenía la oportunidad, ya que en su hogar contaba con algunos instrumentos para elaborar los productos y de esta forma marcó el inicio de su carrera como artesana.
El trabajo arduo ha llevado a que sus artículos sean reconocidos, “muchas personas vienen a comprar de los productos que elaboro para dar obsequios y pequeños detalles que engrandecen el alma, a sus familiares y amigos en el extranjero y también locales, ya que son de buena calidad y las técnicas que realizo son efectivas”, manifiesto la artesana.
Con el pasar del tiempo su talento humano ha sido recocido por la gente de su localidad que compra sus productos y muchos de ellos consideran que el esfuerzo en cada puntuada le pone el valor agregado a los productos.
“Desde hace varios años he adquirido de los artículos que nos ofrece “lila” (como le dicen de cariño) con su marca “Arte Bello, Hecho a Mano”, ya que son productos atractivos, duraderos y bien trabajados”, destacó la turista residente en Estados Unidos, Marina Pereira, que estuvo de visita por la tierra cuscatleca en esta época de vacaciones, quién prefiere apoyar a la emprendedora local y llevar recuerdos a sus familiares y amigos en el extranjero.
La creatividad es una de las herramientas más útiles en este tipo de trabajos pues de ella dependen todo lo que la artesana crea en sus diseños, una labor poco practicada hoy en día.
La artesana comentó que se tarda entre dos a tres días para poder terminar una pieza, pero por ser una mujer que ya no tiene a cargo hijos, pues ya están grandes, suele dedicar buena parte de su tiempo a esta labor que es su principal sostén.
Su hermana, Milagro Pérez, comentó que “ella inició hacer ventas entre sus vecinos y amistades, al ver y admirar lo que hacía que es una obra de arte, empezó a tejer tapetes para muebles, manteles de mesa y cojines para las almohadas, entre otros. Ella es muy dedicada a su trabajo”, destacó.
Los productos y artículos son comercializados en diferentes eventos, como ferias de emprendedores, fiestas patronales, festivales gastronómicos y de manera informal cuenta con un espacio en el centro de la ciudad, ubicado frente a la Farmacia “Cruz Roja”, en dónde se pueden obtener los fascinantes artículos.