Por: Josseline Benítez
La fotografía es la magia de capturar un instante fugaz y convertirlo en un recuerdo eterno.
Carlos Alberto Marroquín, es un joven que descubrió hace cuatro años su amor por la fotografía. Desde pequeño soñó con aprender, desarrollar su pasión, mostrar su trabajo y en un futuro, dedicarse a eso que tanto anhelaba.
“Todo comenzó gracias a mi papá, fue el quien me obsequio mi primera cámara, notó que me gustaba grabar videos, creaba reportajes, tomaba fotos de lo que encontraba a mi alrededor. Esto cada vez cautivaba más mi atención, lo que empezó como un pasatiempo, ahora es lo que me genera ganancias”, comentó Marroquín.
Fue creciendo y su vocación por la fotografía jamás desapareció, decidió perseguir su sueño y actualmente a sus 22 años, Alberto está a punto de graduarse en la carrera de Comunicación Institucional y Periodismo. Su amor por la fotografía lo ha llevado a vivir muchas experiencias y adentrarse en un mundo que le ofrece muchas oportunidades.
Algunos de los estilos fotográficos en los que ha profundizado son: fotografía deportiva y social, siendo el drama, las luces fuertes y el contraste lo que principalmente caracteriza su trabajo. Para el joven es importante capturar la esencia del momento, donde la persona sea la protagonista, eso se ve reflejado en su concepto para bodas y quinceaños donde hay un personaje que debe destacar sobre su entorno, además el fotógrafo mencionó que reconoce lo importante que es crear recuerdos que serán apreciados por sus clientes.
Su dedicación, esfuerzo y perseverancia en prepararse y aprender día a día nuevas técnicas han llevado al apasionado de la fotografía a ser reconocido y admirado, llegando a trabajar directamente con el periódico deportivo “El Grafico” y con Club Deportivo Dragón.
“Puedo decir que el mundo de la fotografía me ha abierto muchas puertas y brindado experiencias que me han ayudado a crecer tanto a nivel personal como profesional”, manifestó Marroquín.
Los fotógrafos tanto profesionales como aficionados, encuentran en la cámara una herramienta para capturar y compartir su visión del mundo, sus emociones y su creatividad.
“En la fotografía siempre se aprenden cosas nuevas, nunca deben quedarse estancados solo con lo que saben, cada día deben explorar, arriesgarse hasta lograr lo que quieren, seguir aprendiendo, comenzar con lo más pequeño y con dedicación, poco a poco ver los cambios”, compartió Marroquín muy emocionado.
En definitiva, la pasión por la fotografía es un fenómeno que continúa evolucionando y que seguirá inspirando a nuevas generaciones de fotógrafos a explorar el mundo a través de sus lentes.