Por: Neftalí González
Al menos 12 personas fallecidas y más de 200 resultaron heridas por el sismo del pasado 21 de marzo, que se registró en las capitales de los dos países asiáticos.
El potente movimiento tuvo como epicentro a unos 40 kilómetros de la provincia Nororiental de Afganistán en la localidad de Jurm, de acuerdo con el Centro de Estudios Geológicos de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) el terremoto se produjo a las 21.17 hora local de Afganistán y Pakistán así mismo USGS detalló que la profundidad de sismo ha sido de 197 kilómetros.
«La gente salió corriendo de sus casas, muchos recitaban el Corán», declaró un corresponsal de AFP TV en la ciudad de Rawalpindi, Pakistán, los daños han sido notorios por los múltiples muros de las viviendas que se derrumbaron provocando caos en las calles, esto dio como resultado que una adolescente de 13 años falleciera en el distrito paquistaní después de que un muro se desplomara sobre ella.
Las autoridades correspondientes se encuentran en alerta máxima por posibles réplicas del sismo, a la vez están albergando a los afectados en zonas seguras para brindarles la atención necesaria. Brigadas de búsqueda y rescate están trabajando arduamente en inspecciones de los escombros para verificar que no haya personas soterradas.
Según información brindada por la portavoz de la Cruz Roja de Pakistán en conjunto con el Ministerio de Salud de Afganistán, el registro preliminar en las primeras horas del 22 de marzo era de 12 muertos y más de 200 heridos, siendo este un balance por ambos países. Adaja TV medio de comunicación de la zona pakistaní, informo que siguen las inspecciones en las provincias y distritos en busca de más afectados, pero que aún no tenían información exacta de los daños materiales que provoco el terremoto en ambos estados.
La zona tiene un antecedente por ser un punto de gran actividad sísmica y origen de movimientos de las placas tectónicas en la región. A finales del pasado junio de 2022, un terremoto similar de magnitud 5,9 se registró en las provincias orientales de Afganistán y fronterizas con Pakistán que provocó la muerte de más de mil personas y unos 1,500 heridos.
