Por: Alexis Portillo
La parroquia El Señor del Calvario es un ícono importante de la arquitectura y de la fe católica en la Perla oriental.
La Iglesia El Calvario nace en 1916 como una necesidad en la Diócesis de San Miguel de poder extender más la evangelización a todas las comunidades que rodeaban la Catedral Basílica Reina de la Paz, ya que era el templo más cercano y la misión era poder llevar la obra misionera a todas las personas de la comunidad del barrio El Calvario.
El 6 de enero de 1921 se fundó templo del barrio El Calvario, la iniciativa fue del obispo Monseñor Antonio Dueñas y Argumedo, junto a los sacerdotes de la curia y El Santísimo Sacramento quienes acompañados de la Banda Regimental y algunas personalidades de San Miguel, partieron desde la catedral en dirección hacia la capilla del Señor del Calvario, para erigir la parroquia bajo el patronato de Nuestra Señora de los Dolores, a quien rinden culto ininterrumpido desde esa fecha y dejando como primer párroco al Padre José Argueta.
En la antigüedad este lugar funcionaba como una pequeña capilla conocida como “El Señor del Calvario” lugar donde los familiares salían en romería a visitar la bella imagen del Señor Jesucristo crucificado, dicha capilla ocupaba lugar en donde actualmente se encuentra la capilla de adoración perpetua del actual templo.
Monseñor Dueñas donó 400 colones para dar inicio a la construcción del templo, se dice que otros especialistas influyeron en su construcción que se estima inició en 1922 y concluyó hasta 1952; es decir que la edificación del templo tal cual se conoce, tardó 30 años en completarse.
Dentro del templo se aprecia el domo y el altar principal que fueron hechos de mármol y piedra. El sagrario es hecho de granito y mármol. Además, se pueden visualizar las hermosas imaginerías procedentes de España.
El padre Luis Napoleón Ulloa Hernández actual párroco de la Iglesia El Calvario, comentó sobre la actualidad del templo y las últimas modificaciones que ha tenido esta obra arquitectónica con el paso de los años.
«La iglesia ha tenido su mantenimiento respectivo para salvaguardar la infraestructura que posee. El templo que lleva más de 100 años de existir. Ahora bien, las últimas modificaciones o cambios que ha tenido durante estos años son pocas, la última modificación fue el techo que se cambió por uno de madera de cedro real, la cual tuvo un costo bastante alto, pero digno para el tembló de Dios», sostuvo el párroco.
También expresó que este ha sido el único cambio grande que ha tenido la iglesia, salvo por el mantenimiento a la infraestructura, el párroco considera que el templo está perfectamente hecho y que los materiales con lo que se hizo fueron muy bien diseñados, para la época en la que fue construida esta iglesia.
El padre Luis comenta que lo único que le falta al templo es el valor por parte del gobierno de El Salvador para poder ser incluidos en patrimonios a salvaguardar de cualquier hecho que surja, como el templo tiene 100 años de antigüedad, menciona que no lo toman en cuenta como patrimonio y el considera que la iglesia El Calvario se merece un lugar entre los patrimonios culturales del país.