Por: Erika Molina 

La pasión por la cocina y la necesidad de generar ingresos económicos los mezcló e impulsó su propio negocio. 

Doris García es una mujer de 59 años, que nació en el Municipio de Anamorós, La Unión, pero los problemas de la vida la llevaron a emigrar a San Miguel. Desde muy pequeña se ha interesado por el comercio, ella expresó que es muy buena para este rubro. 

A principios de los 90’s, Niña Doris tomó una decisión: emprender. Ella solo tenía entre a su disposición un cuarto y una refrigeradora, pero eso fue suficiente para comenzar con su negocio. Empezó vendiendo el famoso fresco de horchata a sus vecinos del pasaje. A medida pasó el tiempo, vio la necesidad de implementar más cosas, así que amplio su negocio a una tienda a la que llamó “Tienda Doris”. 

La emprendedora reveló que está muy agradecida con Dios por poner un centro educativo exactamente enfrente del pasaje donde ella residía. Los estudiantes fueron un apoyo muy importante para ella, ya que le ayudaron a incrementar sus ventas, superarse y crecer con su negocio. 

“Recuerdo que mi mamá habría todos los días, nunca cerraba. Me tocaba ayudarle a vender frescos a la hora del almuerzo, porque era cuando más llegaban a comprar, a veces me tocaba llevar hasta 5 frescos en una sola mano”, sostuvo Carlos Arias, hijo de niña Doris. 

Pero para ella y su familia no todo era color de rosa. Fue presa de la delincuencia, que le exigían dinero a cambio de continuar con su negocio, por lo que optó por cerrarlo y mudarse. A pesar de ese golpe duro, Niña Doris logró subsistir y cubrir sus necesidades gracias a la ayuda de sus hermanos que residen en Estados Unidos y sus hijos. 

Por 3 años ella dejó de vender, pero no se dejó vencer por el miedo, retomó su negocio, con el mismo sabor, diferentes clientes. Fue una experiencia nueva para ella, no sabía si iba a tener el mismo éxito de antes, pero su familia no la dejó sola. 

Años después, la vida le volvió a dar otro golpe. En marzo de 2015 le detectaron leucemia crónica, estuvo a punto de morir. La internaron por un mes en el Hospital de Oncología de San Salvador. 

“Dejé de trabajar y empecé a ayudarle de lleno. Cuando ella estuvo ingresada, tuve que aprender a hacer todos los frescos, ella me llamaba para decirme las cantidades, para que el sabor siempre fuera el mismo. Ahora paso todos los días en la tienda con ella”, comentó Eva García, hermana de Doris. 

La enfermedad no fue motivo para cerrar su negocio, niña Doris afirmó que esto fue un empujón para seguir adelante y seguir haciendo lo que le apasiona. Por lo que las personas que le conocen la consideran una mujer guerrera. 

“Cuando Niña Doris se fue de la colonia, nos hicieron falta los frescos. Pero por cosas de la vida a los años me enteré de que reabrió la tienda, así que no me importa que sea lejos, yo voy siempre hasta allá por los fresquitos”, manifestó Frank Cárcamo, uno de sus clientes antiguos. 

Actualmente, tiene más de 30 años haciendo refrescos naturales todos los días y ofreciéndolos a $0.25. La horchata no puede faltar en el día a día, pero también prepara fresco de ensalada, cebada, carao, tamarindo, coco, melón, jamaica, sandía, cocoa; entre otras frutas de temporada como el mango, la mora, la naranja, el jocote y más. 

“Me levanto a las 3:00 de la mañana todos los días para hacer los frescos, hago de 3 sabores siempre. Así mis clientes pueden venir desde las 6:00 de la mañana. a comprar, hasta las 8:30 de la noche que cierro”, mencionó niña Doris. 

La emprendedora ha innovado ofrece frescos por encargo para cualquier evento. Además, también vende lácteos (queso, crema, quesillo, queso fresco), algunos snacks como las charamuscas y gelatinas, de la misma forma, algunas carnes (cerdo, pollo), huevos, plátanos, frijoles cocidos, y más. Siendo los frescos su producto estrella. Su tienda y refresquería se ubica en la colonia Las Palmeras, Avenida Leo, poligono1, San Miguel.  

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