Autora: Michel Pineda
Los comerciantes lamentan que sus ventas se hayan reducido con el cambio de sus ubicaciones.
Desde enero pasado las autoridades municipales en el municipio de Berlín, Usulután, comenzaron con el ordenamiento de ventas en las calles que llevan a la central de abastos, pero esto trajo descontento a los trabajadores informales que llevaban años ubicados a las orillas de las vías comerciando sus productos.
“Las ventas bajaron cuando nos movimos porque los clientes no nos encontraban donde estaban acostumbrados”, sostuvo Carlos Mejía uno de los comerciantes que fue retirado.
Las autoridades aseguran que el ordenamiento es una iniciativa que busca agilizar el paso vehicular por la zona, porque las ventas interferían con ello y generaban desorden y quitaban la vista a los negocios formales dentro del mercado.

Esto ha causado controversia con los vendedores ya que por años han permanecido en el lugar. El alcalde de la localidad señaló que “esto no lo hago con el fin de perjudicar a los vendedores, sino para tener un Berlín más visitado, limpio y ordenado”.
Todos los comerciantes que fueron removidos de sus antiguos puestos fueron reubicados dentro del mercado municipal dándoles de plazo de tres meses para conseguir un local adecuado en el cual puedan seguir con sus ventas con normalidad.
Mejía comentó que a pesar de que las ventas no son las mejores por ahora, los compradores ya están ingresando a los locales dentro del mercado para comprar sus productos.
“Las personas se sienten más seguras dentro del mercado, mientras andan caminando ven el local y entran a curiosear, compran y se hacen clientes”, sostuvo Mejía.