Autor: Denny Palacios

En el municipio de Conchagüa departamento de La Unión se encuentra el local Típicos Doña Ana, un lugar lleno de tradición en cada uno de sus sabores.  

Fue en el año de 2006 cuando Doña Ana Moreno de 55 años empezó con la venta de atol, al principio iba de casa en casa ofreciendo a las personas su producto, posteriormente se trasladó al parque donde comenzó vendiendo poleada con miel de yuca, atol de semilla marañón y atol de Elote. 

Tras mucho tesón acompañado de carisma se hizo de un nombre y de una buena reputación, pues las personas sabían de la calidad que ofrecía en sus productos y de la buena atención que brinda a sus clientes. 

“Empecé con la venta de los atoles por lo mismo de que mis hijos comenzaron a ir a la universidad, tenía que trabajar para que mis hijos estudiaran”, expresó Doña Ana.  

Fue esa razón la que impulsó a la emprendedora a expandirse aún más para crear una marca y una identidad, es así como bajo el eslogan “manteniendo nuestras tradiciones”, decidió que su propio hogar seria en donde establecería su negocio, el cual se ha convertido en un lugar muy conocido por las personas de Conchagua. 

“Está muy bueno el atolito, a mí me gusta porque me recuerda al que hacia mi mamá cuando yo era cipote”, manifestó don Carlos Pacheco, cliente del local. 

Su éxito es tal, que incluso llegan personas de lejos a probar sus atoles y típicos, pues ofrece una gran variedad entre los cuales están: atol chuco, atol de maíz negrito, atol de semilla de marañón, atol de piña, atol de elote, arroz con leche, poleada, poleada con miel de yuca (manjar) y canoas de plátano. 

“Yo la conocí a ella cuando vendía en el parque, me recomendaron que probara la poleada con manjar de yuca y desde entonces se convirtió en mi favorita porque no es común por estos lados”, dijo Karina Herrera, cliente frecuente del local. 

Actualmente Típicos Doña Ana, es un negocio familiar pues sus dos hijos trabajan con ella, pero los planes de la emprendedora es tener aún más alcance y abrir nuevos locales en el territorio unionense. pues son ya 16 años de sabores con tradición que considera puede potenciar en el departamento. 

“Gracias a Dios lo de la pandemia no fue una dificultad, porque gracias a Dios como que me vino a favorecer porque antes yo vendía en el parque y hoy vendo en mi casa, vendo más aquí en mi casa de lo que vendía en el parque y la comodidad que tengo es mejor”, aseguro Doña Ana. 

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