Autora: Alejandra Ascencio

La joven se dedica al fútbol desde su niñez por herencia de su padre. Ahora juega en el C.D Águila. 

María Fernanda Quaresma, es una joven que se abrió paso en el futbol desde temprana edad gracias a su pasión por el deporte y la motivación de su padre, el reconocido entrenador y de grata recordación Delvani Quaresma.  

Mafer, como la llaman de cariño, tiene 22 años, actualmente cursa sus estudios de licenciatura en Comunicación Institucional y Periodismo en la Universidad Gerardo Barrios; además, trabaja en su propia escuela de fútbol llamada Academia de Futbol Brasil y juega como delantera en el Club Deportivo Águila femenil mayor, en categoría profesional. 

“Comencé en el mundo del deporte prácticamente desde que tengo memoria, siempre anduve con mi papá en sus partidos y en las academias que él atendía, a pesar de que todas eran solo para varones, yo siempre jugaba, entonces siempre me moví en el mundo del deporte”, comentó la deportista.  

Pese haberse retirado por un tiempo del fútbol por situaciones personales, a Mafer se le presentó recientemente la oportunidad de jugar en la categoría mayor del equipo de sus amores. El Club Deportivo Águila hizo la convocatoria a mediados del año pasado para formar su equipo en categoría femenil que los representara en la liga mayor nacional de fútbol femenino y Quaresma se probó y quedó.  

“He sido aguilucha desde siempre, entonces pertenecer al equipo me motivó a regresar al fútbol, además del apoyo de mi padre, él es mi mayor inspiración, el fútbol me ha dado la oportunidad de conocer a muchas personas, y me ha regalado amistades increíbles, eso para mí es gratificante”, puntualizó la joven.  

Aunque no todo es color de rosa, pues entrena tres días a la semana con el equipo, atiende su academia y ha sacrificado por ahora el terminar con su carrera profesional como comunicadora, pero aseguró lo retomará en cuanto pueda.

Otro punto que comentó, es que el fútbol femenino sigue sin ser del todo aceptado en el país por los patrones culturales arraigados, pues se enfrentan a constantes críticas, ya sea en los partidos, entrenos y hasta en redes sociales. 

“Fue complicado al inicio, ya que la gente no está acostumbrada a ver el fútbol femenino como algo importante, todas las que hemos enfrentado violencia de género, críticas, señalamientos por jugar fútbol, el mismo amor al deporte te ayuda a tener una mentalidad fuerte para seguir trabajando y demostrando que como mujeres podemos llegar lejos en cualquier ámbito”, finalizó la deportista. 

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