Autora: Diana Escobar
La emprendedora comenzó vendiendo pan artesanal, ahora tiene su propio servicio de banquetes en Sociedad Morazán.
Mabel Perla de 48 años junto a su madre y hermanas desde muy pequeñas emprendieron en el negocio de la panadería artesanal, comentó que su madre les enseñó el arte de elaborar pan casero y la venta de tamales porque de esa forma sostenían su hogar, eso marcó la vida de Mabel ya que aprendió a amar el negocio y a cocinar con la misma sazón que su madre lo hacía.
Comentó que muchas veces tuvo que cuidar de sus hermanos más pequeños, así que tuvo que mostrar liderazgo y aprender más sobre cocina, fue así como entró al maravilloso mundo de la cocina, y aunque no siempre le fue bien, seguía intentando.
Ahora Perla es madre y esposa, luego de trabajar por muchos años en la cafetería de un centro educativo en Sociedad Morazán, decidió iniciar su propio negocio aprovechando lo que había aprendido junto a su familia.

Así abrió su negocio vendiendo morro 100 por ciento artesanal hecho por ella misma; también empezó su negocio de pastelitos de piña y pan casero con las recetas que su madre le heredó a ella y sus hermanas.
Mucho después decide abrir un negocio más grande para poder ayudar en los gastos del hogar y monta su negocio “Perla´s Catering”, que se encarga de servir banquetes en eventos sociales, un negocio no convencional en su comunidad.
“Mi hermana es una mujer muy activa, le encanta la cocina y dejar en cada plato su marca de amor, siempre atiende a su familia y amistades de la mejor manera, y así mismo a sus clientes, es una mujer digna de admirar, siempre esta alegre pese al cansancio de dirigir su negocio”, dijo Kelly Álvarez, hermana de la emprendedora.
Su negocia se ha vuelto internacional, ya que muchas personas en Estados Unidos piden sus productos por la calidad con la que ella los elabora, sus pastelitos de piña los comercia también en un puesto en el mercado de Jocoro, donde le ayudan a venderlos y así de esa manera llegan a más mercados.