Hace dos semanas iniciaron la demolición del parque central, iglesia católica y la concha acústica en la zona donde fue perpetuada la peor masacre de Latinoamérica.

Desde hace 32 años en la comunidad El Mozote hay un comité de víctimas y familiares de la masacre, perpetuada en la zona norte de Morazán en 1981, actualmente el estado salvadoreño se encuentra realizando trabajos de remodelación en los espacios memoriales que para los lugareños son sagrados y están desconcertados al ver como son demolidos.

“En este caso como es un lugar sagrado y hubo mucha sangre derramada, deben hacer una consulta con las víctimas. La Corte Interamericana le dijo al gobierno que lo primordial es establecer diálogo con las víctimas y eso no hay en este caso, por eso nosotros como familiares ya pusimos la denuncia en San Salvador”, manifestó Leonel Tobar, presidente de la Asociación promotora de derechos humanos de El Mozote.

Representantes de la Dirección de Obras Municipales (DOM) llegaron el pasado viernes 4 de marzo al lugar, realizaron un acto que marcó el inicio del proyecto y aseguraron que los trabajos serían mínimos, que las remodelaciones serían hechas con mucho cuidado para respetar la memoria de las víctimas y el monumento que se encuentra permanecerá intacto; sin embargo, personas de la comunidad desde ese día se están pronunciando puesto que desconocían el proyecto y no les parece bien la ejecución porque han comenzado a tocar piezas que para ellos representan el dolor de sus familias.

Fotografía: Yasmín Ramos.

“Hasta el momento ninguna institución de gobierno se ha acercado al comité de víctimas de El Mozote para decirnos, ya vimos que ustedes están preocupados vamos a platicar, en ningún momento se han acercado ni notificado alguna reunión con la DOM, nosotros lo que pedimos es diálogo, que se respete la palabra y decisión de las víctimas”, expresó Tobar.

Hasta el momento los pronunciamientos realizados por diferentes asociaciones no han tenido eco puesto que los trabajos no se detienen, la destrucción de sitios memoriales da paso a cumplir lo ordenado por el presidente de la república de “Transformar El Mozote en una nueva ciudad”, pero las víctimas expresan que no permitirán un lugar tipo turicentro, porque es un sitio memorial para ellos, pues aún hay espacios en los que se observa la sangre derramada por inocentes.

Tutela legal del arzobispado ha dado seguimiento al caso de la masacre de El Mozote y lugares aledaños, el director de la institución Ovidio González ha acompañado a las víctimas y aseguró que “el gobierno de El Salvador debe de cumplir con lo que establece la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, donde dice que cualquier cosa que se haga en relación con la memoria de los casos, debe ser dialogado con las víctimas e informado a ellas” señaló.

La ley de amnistía también establece que debe sostenerse un diálogo en situaciones como esta, en el lugar han quitado piedras sencillas que fueron colocadas hace más de treinta años en memoria de los fallecidos, porque el gobierno pretende colocar mejores, pero no cumplen con el objetivo de las víctimas que es conmemorar a sus seres queridos, el sitio es sagrado porque de la zona se exhumaron muchos cuerpos y se siguen exhumando hasta la fecha.

Fotografía: Yasmín Ramos.

Más de cuarenta años han pasado de la masacre considerada la más terrible en la historia reciente, y las víctimas siguen sin descansar en paz, pues según los familiares sus memorias siguen siendo atropelladas por el mismo estado que debería de ofrecerles justicia.

Diferentes asociaciones se han sumado al esfuerzo de las víctimas para solicitar al gobierno salvadoreño que no derrumben los espacios memoriales.

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