Autora: Flor Chica

El artesano ahora también elabora sublimados en diferentes materiales, además de sus accesorios de alambre e hilo.

Carlos Blanco, un joven residente en el cantón Los Quebrachos del municipio de Jocoaitique en Morazán, es reconocido por sus habilidades manuales al elaborar distintas artesanías.

«Hago trabajos en macramé y alambrismo, aprendí viendo artesanos en el festival de invierno de Perquín, ahí llegaban de diferentes lugares y me llamaba mucho la atención como le ponían nombre a un grano de arroz, después de eso fui cultivando la idea de aprender y cada hilo que veía era una artesanía que hacía», compartió el artesano.

El amor al arte, pasión por lo que hace, personalidad y dedicación es lo que lo caracteriza a Blanco quien con el paso del tiempo fue descubriendo las maravillas que podía crear a través de su imaginación, siempre se ha enfocado en personalizar cada detalle.

«Mientras más me adentraba en este mundo de las artesanías, veía las posibilidades de poder conseguir materiales de calidad para elaborar los accesorios, también las herramientas que necesitan”, dijo Blanco.

Comentó que viajó a Nicaragua para comprar las primeras pinzas para trabajar con alambre, un material que aseguró es muy complicado de moldear, pero cuyos resultados son preciosos.

“Es lo difícil que una pieza quede parecida a otra por ejemplo; unos aretes tienen que quedar casi idénticos, pero hay detalles que no quedan exactamente igual aunque se juegue con medidas, y me gusta esa parte, pues refleja la naturaleza de que nada es perfecto», mencionó Blanco.

Al inicio el artesano no lo veía como una fuente de ingresos, sino más bien como un pasatiempo, pero mientras cursaba su carrera universitaria vio la necesidad de generar ingresos y fue ahí cuando emprendió con la idea.

«Estaba en segundo año de la universidad, estudiaba por medio de una beca, porque no tenía los recursos suficientes, así que fui viendo como ponía vender lo que hacía, iba a algunos eventos a vender, con amigos que se dedican a lo mismo”, comentó Blanco.

Gracias a la aceptación que tuvo, decidió crear su emprendimiento que lleva por nombre Aleteos Artesanías, siempre considerando que cada impulso es el inicio de un vuelo, cada aleteo hace que se acerque más a su objetivo.

Los años han transcurrido, y a pesar de tener otras actividades laborales, no ha dejado de hacer lo que le apasiona, pues para él es uno de sus pasatiempos favoritos, y ha sabido organizar su tiempo para seguir dando a sus clientes lo mejor.

«Sus accesorios son de buena calidad, los materiales son finos y no se dañan fácilmente, además él hace lo que se le pide y creo que es algo que a las personas que le compramos nos gusta bastante», comentó Lucy Sánchez, cliente de Blanco.

Actualmente ha optado por agregar algo más a sus creaciones, se trata se personalizar diseños de acuerdo con la necesidad de sus clientes, se trata de personalizar, camisas, tazas y protectores para celular.

«Hace alrededor de tres meses me intereso la sublimación, entonces busqué la manera de hacerlo, compré la máquina, fui practicando y a pesar de que no me dedico a tiempo completo a esto, siempre salen trabajos y ahí vamos poco a poco viendo que más se puede hacer”, dijo el también emprendedor.  

Espera a futuro posicionarse, tener una tienda que incluya todo tipo de productos artesanales elaborados en la zona y a la vez poder distribuir a otros negocios. Su objetivo es seguir innovando en nuevas técnicas, aprendiendo y mejorando sus conocimientos para seguir brindando calidad en sus productos a sus compradores.

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