Este deporte ha incorporado como parte de la socialización, aprendizaje y entretenimiento de los jóvenes de la ciudad.
Manuel Pacheco junto a Deny Quintanilla, ambos licenciados en Educación Física, son los fundadores del proyecto de Volibol de la ciudad de Chinameca que surgió en un día de ocio, según dijo Pacheco.
“Fue por ganas de quitarnos el estrés junto a otros amigos, empezamos con un balón y un lazo que sirvió como red para dividir la cancha y varas de bambú para sostener el lazo”, comentó el profesor Pacheco, quien junto a otros jóvenes iniciaron hace un mes con la práctica de este deporte.
Inicialmente fueron seis jugadores y con los días se fueron sumando más personas y al ver el interés de los ciudadanos los organizadores hicieron cuentas en Facebook e Instagram en las que invitaron a que se unieran a la escuela de Voleibol de Chinameca.
Actualmente la escuela cuenta con 44 jugadores activos, los horarios de entreno y de partidos son: de lunes a sábado de 7:00 a 9:00 de la noche en el polideportivo de la referida ciudad. Los entrenamientos van de media a una hora y cada entrenamiento sirve para explicar las reglas básicas del juego y en la práctica se perfeccionan.

“La idea es implementarlo con niños de ocho años en adelante y que se estipule un horario de juego y entrenamiento, también estamos en conversación para prestar otra cancha y de esa manera poder ubicarnos mejor y practicar el deporte”, señaló Quintanilla.
El equipo cuenta con jugadoras femeninas, quienes juegan en mezcla con los jugadores masculinos y fue el impacto de las redes sociales lo que atrajo a las primeras jóvenes a unirse al equipo.
“Me anime a venir cuando vi las publicaciones en redes sociales, y al principio solo estaba yo de chica, siento que se han esforzado mucho por enseñarme, y en lugar de tenerme consideración por mi sexo, trataron de que me adaptara al juego y así aprendí rápidamente”, comentó Paola Torres, que junto a once señoritas ya forman parte del equipo de voleibol femenino de la ciudad.
Los profesores Pacheco y Quintanilla también son apoyados por Daniel Villegas y Ariel Quintanilla ambos estudiantes de profesorado en educación física y están tomando este proyecto como prácticas y experiencia para su carrera y ayudan en los entrenamientos de los equipos.
“Esta oportunidad en este deporte me sirve como práctica, y me ayudará para cuando esté desempeñándome como docente”, enfatizó Villegas que también forma parte de los jóvenes que iniciaron como fundadores del proyecto.
Esta escuela no recibe ningún apoyo gubernamental y funciona con ayuda de los mismos jugadores que son quienes compran los balones y otros implementos para los equipos, pero no cuentan con todo, pues la red que utilizan es prestada por uno de los encargados del proyecto, y los postes que tienen para la red, se los ha donado un familiar de uno de los jugadores del equipo.
Por ello aspiran que en un momento determinado les puedan apoyar las instancias a cargo del deporte en el país o la empresa privada, pues se han convertido en un espacio de sano esparcimiento para los jóvenes chinamequenses y así contribuyen a la cultura de paz de su ciudad.